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domingo, 29 de septiembre de 2013

Oportunidad Tactica en EM


Oportunidad táctica en EM
Se conoció el último informe de flujos de inversión, para la semana terminada el 25 de septiembre (las semanas de flujos van de jueves a miércoles), la cual mostró cosas interesantes, como el hecho de que es la primera vez en las últimas 18 semanas que los bonos emergentes reciben flujos de inversión, que aunque bajos, representan una noticia interesante. Al igual, las acciones emergentes recibieron flujos de inversión, pero aquí hay un hecho que se debe destacar: es Asia la región emergente que recibe flujos para acciones, América Latina siguió mostrando una variación negativa (aunque en honor de la verdad, se debe reconocer que dentro de la categoría Global de Emergentes, América Latina puede participar positivamente con algo).

¿Quiere esto decir que las turbulencias en los mercados financieros emergentes terminaron, y que quizá veamos un nuevo rally en los activos dentro de esta categoría?  Bueno, “momentito amigo”, como diría una vendedora del Mercado de la Seda en Beijing. El positivismo relativo que tienen los inversionistas acerca de emergentes viene por las bajas valoraciones que se obtuvieron luego de la fuerte caída registrada entre junio y agosto del presente año.  Sin embargo, la categoría acciones emergentes, de mediano plazo, sigue estando con una señal de venta en la mayoría de los estrategas de portafolio a nivel global.

En el mundo de inversiones, los temas se dividen en dos partes: uno, el denominado Asset Allocation Estratégico (o Distribución Estratégica de Activos); y segundo, el Asset Allocation Táctico. El términos sencillos, el primero es el diseño del portafolio a largo plazo; pero el segundo, es el aprovechamiento de oportunidades puntuales por períodos cortos de tiempo. Es decir, el primero te muestra la carretera que debes seguir; el segundo, la velocidad a la que puedes ir en cada pedazo de ese camino.

Aunque los estrategas propendemos por el primero, pues permite diseñar con mucha más precisión métricas para poder ver el resultado esperado; lo cierto es que el Asset Allocation Táctico es una herramienta poderosa, pues te permite llegar primero al destino, si se sabe utilizar adecuadamente.

Los activos emergentes son, por este período de tiempo que viene (muchos informes hablan entre 6 y 8 semanas de positivismo), una apuesta táctica, que podría generar valor adicional a un portafolio de inversión. Muchos están apostando por incrementar emergentes frente a desarrollados; sin que lo anterior desvirtúe que, por tendencia histórica y algunos factores fundamentales, las acciones en Estados Unidos, por ejemplo, son un activo con una perspectiva muy positiva por los próximos 10 años.  

Así, los inversionistas globales están aprovechando estas oportunidades que brindan los mercados actualmente. Es obvio que la decisión de la FED ayudó a incrementar el apetito por activos de riesgo (los denominados bonos High Yield siguen recibiendo flujos de inversión), pero así la FED hubiera comenzado el desmonte de incentivos, la oportunidad puntual en emergentes hacía atractivo invertir en ellos.
Es claro que, como la historia lo ha demostrado, algunos inversionistas llegarán tarde al baile, y pensarán que emergentes puede ser una oportunidad interesante a finales de octubre (luego de ver señales de recuperación por unas buenas semanas de forma sostenida); momento en el cual quizá el aprovechamiento táctico no sea ya una buena idea. Para finalizar, es importante aclarar que este aprovechamiento táctico se hace sobre los mismos activos que conforman el portafolio estratégico; disminuyendo o aumentando su participación momentánea, no cambiando radicalmente el perfil del portafolio. 

domingo, 8 de septiembre de 2013

Mercados Emergentes empiezan a mostrar el patrón de estar en aprietos


EM empiezan a mostrar el patrón de estar en aprietos

Hace unas semanas Brasil anunció una serie de medidas cambiarias, con el fin de evitar el incremento de la tasa de cambio, la cual pasó, en unos pocos meses, de cerca de 2.10 a 2.45. Aunque los más optimistas argumentaron que la preocupación de Brasil era el tema de inflación, la explicación puede ser otra, mucho más poderosa.

En columnas anteriores hemos argumentado que el patrón característico de una crisis emergente es el siguiente: empiezan a salir los flujos de la economía local, lo cual sube el precio del dólar; las empresas, que durante los años boyantes habían ido al exterior a endeudarse en dólares (baratos), empiezan a sentir los estragos sobre sus estados financieros (pues recaudan en moneda local, y para pagar la deuda en dólares necesitan destinar más recursos), piden ayuda al Gobierno, el cual utiliza las reservas internacionales para tratar de controlar la moneda, sube la tasa de interés para ayudar a evitar la salida de capitales; con un efecto perverso sobre los activos locales, pues los bonos suben de tasa (cayendo su precio), y las acciones se desploman. El precio de la finca raíz cae, y comienza un severo ajuste económico.

Al tiempo que esto sucede, los países que tienen un déficit de cuenta corriente, sufren consecuencias más severas, pues generalmente este déficit se da por una balanza comercial desequilibrada, en que las importaciones (que deben ser pagadas en dólares) superan a las exportaciones; y que sumado a las transferencias al exterior de las utilidades empresariales (pues los flujos de inversión extranjera directa que habían llegado fueron para establecer a empresas que deben girar utilidades), llevan a un aumento en la tasa de cambio. Cuando el Banco Central se cansa, o pierde la batalla para controlar la tasa de cambio, viene una devaluación que, en promedio, ha sido del 20%.

Ya muchas veces en la historia de los emergentes ha sucedido esto. Y los gobiernos deberían haber aprendido que un exceso de apalancamiento en dólares (como el que se vive actualmente), no es bueno. Pero infortunadamente se tiende a olvidar. Al que no crea, le repito que vuelva y mire la fotografía de Tailandia en 1996, justo antes de la crisis.

Con Brasil, más allá del efecto de inflación, nos pusimos a revisar las cifras del endeudamiento privado y su fecha de vencimiento. Los pagos que tiene que hacer el sector corporativo de Brasil entre 2013 y 2014 es muy grande, cerca de 90 mil millones de dólares, que representa cerca del 60% del endeudamiento total del sector corporativo. Esto es un reto gigantesco para el gobierno de Brasil, que durante los últimos años trató de generar competitividad a la industria mediante la devaluación del Real Brasilero frente al dólar. El resultado hoy es triste: la industria no ganó grandemente en competitividad, pero sí tiene una carga financiera gigante.

Por eso, el Banco Central sacó swaps de moneda y otra serie de instrumentos, tratando de no tocar sus reservas internacionales, pero sí proveyendo la liquidez en dólares que necesitan los privados para que cumplan sus obligaciones  en el exterior, entre este y el próximo año. Ojalá, por el bien de la región y para evitar desatar un nerviosismo generalizado, Brasil no tenga ningún problema mayúsculo. Pero tomo las cosas con un escepticismo “macondiano”.

jueves, 5 de septiembre de 2013

El necesario cambio de chip

Algunos lectores me han dicho que quieren ver en el blog todas las columnas que he publicado...esta circula por DataiFX desde el pasado 17 de julio de 2013


No nos debemos confundir: más temprano que tarde, la Reserva Federal empezará a desmontar su política de expansión monetaria. Lo de las últimas semanas nos ha mostrado que seguiremos disfrutando de dólares por unos meses, pero ya la FED fue clara en que esa expansión, tiene que desaparecer. Esto lo saben los inversionistas globales, quienes anticipan que en septiembre o en diciembre, la FED anunciará una disminución del monto de compra mensual de bonos, de U$ 85 billones a U$65 billones. Esto, de manera lógica, disminuirá la oferta relativa de dólares a la economía global, y el flujo que durante mucho tiempo mantuvo a los activos de mercados emergentes al alza, se irá reduciendo.
Al tiempo, hay un hecho en el crecimiento relativo que es interesante: mientras USA empieza a recuperarse de una manera importante (por eso la FED empezará a disminuir la velocidad), las economías emergentes pasan por momentos menos gratos, especialmente por la caída en el precio de los bienes básicos. Es decir, mientras todo pinta bien para USA, en términos relativos para los emergentes, no lo es. Ojo, términos relativos, porque un crecimiento de China al 7.5%, es mejor que el de USA al 3%, pero ambos vienen en tendencia contraria, por poner sólo un ejemplo.
Esto quiere decir varias cosas: la primera y más evidente, es que tenemos que volver a los fundamentales económicos y empresariales de países y empresas emergentes, para encontrar activos con atractivo de inversión; la segunda, que ante este nuevo panorama, muchos flujos que salieron en las últimas semanas de los mercados emergentes, no volverán y se quedarán, inevitablemente, buscando mejores oportunidades en USA. Por una razón además poderosa: la perspectiva de todos los analistas, es a una apreciación del dólar norteamericano frente a las demás monedas globales en los próximos años. Recordemos que por monto, los 28 billones de dólares que salieron de bonos y acciones emergentes en el mes de junio, son la cantidad más grande en la historia de flujos que se van; y que habían llegado de la mano con inversiones en bonos corporativos norteamericanos durante el año anterior. De todas las regiones, América Latina fue la que más dinero, como proporción de sus activos totales, vio retirado durante junio, lo que demuestra que aún a los ojos de los grandes jugadores, somos una región comparativamente vulnerable.
Los que sigan con detenimiento el informe de Flujo de Fondos publicado por la FED, encontrarán algunos detalles interesantes, pero el que más me llama la atención es el que muestra que, a este ritmo, los fondos mutuos de acciones norteamericanas superarán el monto comprado en acciones en 2009 (que fue de 1,12 trillones de dólares) y dejarán muy atrás a los años 2010 y 2012, cuando en promedio compraron 654 billones de dólares.
¿Quiere esto decir que los emergentes seguirán descuadrándose? No necesariamente, pero las valorizaciones ‘exageradas’ que se vieron en algunos episodios no volverán a registrarse. Oportunidades existirán siempre, porque un activo desvalorizado siempre será atractivo, pero de largo plazo y de manera sostenida, como estábamos acostumbrados, ya no lo harán. Es decir, en mercados emergentes entramos en una etapa de mucha transacción, en que la compra y venta en períodos muy cortos de tiempo (meses), será la estrategia y la norma a seguir.
Es claro que las condiciones pueden cambiar, pero quizá no valga la pena emocionarse por algunos impulsos momentáneos que pueden venir de datos específicos: un repunte del PMI en China, estabilización de las condiciones monetarias en ese país, entre otras. La época en que los emergentes dieron una cosecha abundante, parece estar terminando.
Un tema a reflexionar, es que la mayoría de analistas y administradores de portafolios del mercado financiero, especialmente de América Latina, son personas formadas en el ejercicio luego del año 2000; por lo cual conocen únicamente la historia de cuando las acciones emergentes subían, las tasas de los bonos caían, las colocaciones de deuda eran abundantes, entre otras muchas cosas. Y peor, es que muchos de estos agentes no han empezado a cambiar el chip, y siguen pensando que los fundamentos de inversión hoy, puede ser iguales a los de la década pasada.

Dólar; siga, bienvenido

Esta es copia del original que circula desde la semana pasada (29 de agosto de 2013), y que amablemente me publicaron medios como La Republica, Data iFX y Funds Society.


Dólar; siga, bienvenido

No es un tema nuevo hablar de la posibilidad de invertir en dólares. Pero desde hace unos meses, el tema se ha vuelvo tema central de las conversaciones con nuestros clientes. El dólar tiene unas características especiales como activo de inversión, que lo vuelven ampliamente atractivo, incluso en momentos en que la divisa se depreciaba frente a las monedas locales de LATAM. De esas características la principal, es que es un activo no correlacionado con los bonos y acciones latinoamericanos; por lo cual, al incluir un fondo puro de Money Market en dólares, se tiene un efecto positivo sobre el riesgo total del portafolio, pues lo disminuye, sin necesariamente sacrificar rentabilidad potencial.

Como mencioné anteriormente, desde hace unos meses las conversaciones con nuestros inversionistas han girado a la necesidad de incluir una buena porción de dólares dentro de sus portafolios, ante la perspectiva de que la divisa se aprecie, y esto redunde en efectos positivos sobre las rentabilidades, las cuales, han sido castigadas por estar invertidos casi que exclusivamente en mercado local. De esta forma, desde un perfil conservador, hasta el más agresivo, nuestras apuestas por dólares van desde el 30%, hasta más del 50%. 

A muchos asesores financieros les aterra recomendar un fondo puro de Money Market (MM) dentro de un portafolio de un inversionista, pero no debe haber temor alrededor de esto: el MM, por definición, me cubre de muchas volatilidades y, salvo casos muy dramáticos, como los ocurridos durante 2008, su unidad se mantiene en 1; lo cual brinda un colchón fuerte de estabilidad a un portafolio. El MM es, por decirlo de alguna forma, esa válvula que evita que la olla a presión estalle cuando el ambiente está altamente caliente.

Los activos latinoamericanos han mostrado una alta correlación entre ellos, por lo cual, aquella perspectiva de que invertir en bonos y en acciones es estar bien diversificado, se va a la caneca. La corrección reciente de mayo y junio muestra que esto no es cierto de ninguna manera, excepto en mercados muy desarrollados, donde el  abanico de activos financieros es tan amplio, que incluso entre una misma clase de activos (ej, Acciones de Alta Capitalización de Valor) se puede diversificar efectivamente. En nuestros países, eso no es así.

Ahora más que en los años anteriores, el dólar va  a ser el rey. Infortunadamente, a muchos inversionistas aún les cuesta mucho cambiar la mentalidad que tenemos, de que la moneda norteamericana pierde valor frente a las monedas locales, pues esa es la historia de los últimos 10 años (en marzo de 2003, el dólar alcanzaba su valor más alto frente a muchas monedas latinoamericanas). Pero, no tienen en cuenta que los momentos de liquidez de la economía van a acabar (hace 10 años, también, la FED tenía una tasa de interés de 1%, la más baja de la historia en ese momento). Es cierto que en el absoluto, hoy existen más dólares dando vueltas que hace 10 años. Sin embargo, esos dólares, que finalmente la FED lanzó al mercado para expandir el crédito, terminarán donde, se supone, deberían estar desde el principio: dentro de los Estados Unidos.

Así las cosas, en un mundo en el cual las fuerzas se están volviendo a acomodar, al dólar hay que abrirle la puerta y decirle bienvenido a los portafolios.