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domingo, 13 de octubre de 2013

Épocas turbulentas, nada cambia en perspectiva


Épocas turbulentas, nada cambia en perspectiva

Se activó uno de los eventos que estaban esperando los mercados financieros para octubre: el ‘shutdown’ en USA, o parálisis de alguna parte del gobierno federal. Ahora, viene el segundo tema, el techo de la deuda el próximo 17 de octubre, que también será un interesante tema político a seguir con atención, y que generará, como no es de otra forma, turbulencia en las inversiones internacionales.

Ahora bien, hace dos semanas tuve la oportunidad de escuchar a un analista político de uno de los grandes bancos de inversión, quien explicaba que, a pesar de que USA no pudiera emitir deuda por un período de tiempo, el gobierno contaba con algunos fondos de efectivo que utilizaría en caso de ser necesario (obviamente, no son ilimitados), lo cual mitigaría el impacto. Además, la mayoría de contratos son firmados por largo plazo, y muchos de ellos ya fueron previamente fondeados, por lo cual muchas actividades no tienen el riesgo de entrar en parálisis absoluta, así los políticos, como ocurre siempre en estos casos, busquen protagonismo, defiendan intereses particulares, y no se pongan de acuerdo en detrimento de la economía como un todo.

Pregunta clave es qué estará pasando por la cabeza de los miembros de la Reserva Federal en este momento. Cuatro días de parálisis (al momento de escribir esta columna), tendrán un impacto sobre el PIB del cuarto trimestre, y si la misma persiste, su efecto podría ser, en términos relativos, lo suficientemente grande para cuestionar el crecimiento potencial de USA. Este panorama no es alentador de cara a la decisión que tiene que tomar la FED: disminuye o no disminuye los estímulos monetarios. Si le preguntan a cualquier analistas, en mitad de junio, la decisión de la FED no tenía reversa: los estímulos se iban a disminuir, fuera en septiembre, octubre o diciembre.

Pero al día de hoy, la decisión de cuándo y cuánto, quizá ya no parece tan sencilla. Presiento que dependiendo de la magnitud de la parálisis y su efecto sobre algunas variables claves, los analistas empezarán a cuestionar la temporalidad para que la FED actúe, lo cual creará aún mayor incertidumbre para el mercado financiero. No será malo para algunos activos, los de riesgo; pero sí seguirá alimentando el precio de algunos activos a los que ya, estructuralmente, muchos inversionistas no les tienen confianza. Lo cual no es para nada bueno, pues nos crearía, nuevamente, algunas complicaciones el próximo año.

Ahora bien, estos eventos, puntuales y dolorosos, no deben cambiar la perspectiva de mediano y largo plazo ante un cambio estructural que se viene dando en las inversiones internacionales: los flujos de inversión han salido de emergentes, se han ido para USA, y el acumulado desde finales del año pasado, sí muestra que han alimentado el apetito por acciones norteamericanas. Esto debe seguir, así el día de hoy, la cosa no sea tan evidente.

Nuevamente, los activos que llaman la atención se centran en acciones y en dólares. Es un tema estructural, no es un tema de corto plazo, por lo cual hay que tener cuidado en diferenciar las dos cosas, pues mucha gente, informada o no informada, espera ver resultados inmediatos con una estrategia de inversión en una semana. La respuesta es que no: una cosa es el trading puro, otra cosa muy diferente es la estrategia de inversión trazada para generar frutos constantes. Muchos olvidan esto, pensando que todos los días se le debe “pegar” al activo más favorecido.

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